Viernes 31 de Octubre: Noche de Finados en La Tasca de La Casa, en defensa de nuestra cultura.

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Una año más celebramos en el Espacio La Casa la noche de Finados.  A través del circulo de la memoria recordaremos entre todas a personas de nuestro país que lucharon por la libertad y la justicia social. Pero lo haremos con alegría, como un homenaje a la lucha que sigue vive gracias a su legado. Cenaremos en La Tasca de La Casa, disfrutando como siempre de recetas tradicionales y a precios populares. Y también formaremos parranda popular si te animas a traer tús intrumentos o a cantar.

Noche de Finados en La Tasca de La Casa, en defensa de nuestra cultura. ¡¡Aquí nadie festeja Halloween!!

¡¡¡TE ESPERAMOS!!!

EL DÍA DE LOS FINADOS

Hoy, hay gente que le llama “Halloween”, que en inglés es una contracción de “All Hallows Eve”, o Víspera de Todos los Santos, pero este día ya se celebraba en Canarias como el día de los finados o “finaos”, de los muertos, o de los difuntos. Así nos lo cuentan:

NOCHE DE DIFUNTOS 

“La última fiesta del año era la de esta noche en que se reunían a jugar a la perinola, comiendo castañas dulces que saboreaban con buenas copas de vino rancio y con licores, en festiva francachela, cuentecillos chistosos y alegres bromas.” (Domingo J. Navarro, “Memorias de un noventón”).

FINADOS

“Celebración del velorio de finados” en la noche d difuntos, entre el día uno y dos de noviembre. Antiguamente se velaba toda la noche haciendo cuentos y chascarrillos, bebiendo vino y comiendo castañas, nueces y dulces. En la actualidad los “finados” se siguen celebrando en los medios rurales con timples, guitarras, bebidas y enyesques, llegando en muchos clases matazón de un cerdo pequeño.” (Orlando García Ramos, “Voces y frases de las Islas Canarias”)

En muchos lugares se salía a la calle y la celebración superaba el ámbito de la familia y se trasladaba el rito a la calle con los ranchos de ánimas, que rondaban el pueblo o el barrio, según se tratase, al son de malagueñas o de algún otro tipo de canto. En otros pueblos van rondando por las casas y recogiendo alguna ayuda económica que se solía dar para encargar una misa por los difuntos del pueblo.

En el caso de los más pequeños la tradición recogía que cogían una talega e iban visitando las casas pidiendo los santos. Tocaban en las puertas y preguntaban ¿hay santos? La dueña decía que sí, depositando en la talega almendras, nueces, higos pasados y castañas. Cuando las llenaban volvían a casa muy contentos.

Con el paso de las décadas, ha empezado a tener un cierto carácter lúdico-popular, ya que participa todo el pueblo e incluso se acompaña la noche con parrandas que amenizan la “finada”, así como la presencia de ventorrillos y bailes de taifa.

extraído de http://discentia.blogspot.com

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